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Cultura

Mauricio Pezo y Sofía Von Ellrichshausen: “Nos entretiene hacer arquitectura artística y arte arquitectónico”

Mauricio Pezo y Sofía Von Ellrichshausen: “Nos entretiene hacer arquitectura artística y arte arquitectónico”

Los ganadores del premio entregado por ArchDaily a la Obra del Año 2024, llevan más de 20 años trabajando juntos, desde Chile hacia el mundo. A días de haber recibido este reconocimiento, reflexionan sobre su arquitectura, siempre de a dos, y el trabajo que han hecho en estas más de dos décadas.

Por: Valentina de Aguirre | Publicado: Viernes 12 de abril de 2024 a las 15:30
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Desde que empezaron a trabajar juntos, hace más de 20 años, el arquitecto chileno Mauricio Pezo y la arquitecta argentina Sofía Von Ellrichshausen, han llenado 239 cuadernos de 200 páginas con las notas que dan el inicio a cada uno de sus proyectos.

Ahí aparecen también los primeros bocetos, “nada muy resuelto”, como explican los fundadores de la oficina Pezo Von Ellrichshausen. Eso se repite por varios días, interrumpido por pausas para pintar o trabajar en un texto. “Luego nos volvemos a sentar a la mesa y pensamos nuevos dibujos. De esto no salimos hasta no dar con algo que tenga sentido, algo más o menos lógico. Teniendo eso en mente, nos dedicamos a dibujar una planta”, cuenta Pezo.

Esa ha sido la forma de trabajar que dio vida a la Casa Poli (2005, Coliumo), la obra que internacionalizó su carrera, y también el medio para llegar a la Casa Luna (2022, Yungay), que acaba de recibir el premio Obra del Año 2024 por Arch Daily, el premio a la mejor arquitectura en español.

“Decir que esta colección de bloques de hormigón es una casa sería demasiado simple. Decir que es un museo sería demasiado humilde. Al margen de su carácter secular, este grupo de edificios es más bien un claustro”, dicen sobre el proyecto ganador.

Ubicada a los pies de la Cordillera de los Andes, la Casa Luna es un conjunto de 12 edificios diferentes separados entre sí por juntas sísmicas visibles, con habitaciones en el perímetro y en el núcleo. Estas habitaciones se despliegan en torno a cuatro patios, todos conectados con el entorno. Uno sigue el terreno junto con el amanecer y el atardecer, otro tiene un jardín circular de flores y hay uno con un estanque y varios árboles viejos.

Como es una constante en el trabajo de Pezo von Ellrichshausen, la Casa Luna es una fusión entre arte y arquitectura.

“Desde que nos conocimos hemos estado pintando y dibujando, haciendo arte y arquitectura. A medio camino, nos dimos cuenta que no teníamos por qué aceptar las categorías institucionales que dictaminan quién es quién, o quién hace qué. Por eso comenzamos a pintar arquitectura, sobre proyectos teóricos o sobre casos específicos que estábamos desarrollando. Pero también seguimos haciendo pinturas sobre pintura o arquitectura en el linde de la escultura, sobre todo en pabellones temporales. De algún modo, nos entretiene la posibilidad de hacer arquitectura artística y arte arquitectónico”, explica Sofía.

Arquitectura de a dos

Desde que Sofía y Mauricio se conocieron en Buenos Aires, dicen que no han hecho otra cosa que compartir ideas y ver cómo se podrían construir. “No nos conocemos de otro modo. Por eso es difícil imaginarnos sin tener algo que hacer. Nuestra práctica es más bien un oficio, un trabajo que hemos aprendido sobre la marcha, haciendo ‘siempre lo mismo, pero nunca igual’, como diría un poeta argentino”, reflexiona Sofía.



Desde esos comienzos hasta hoy nunca hemos entendido la separación entre vida y trabajo, entre producción y contemplación, entre autoría individual y compartida. Dadas las actuales crisis humanas, nos sigue pareciendo relevante defender una forma de vida radicalmente simétrica y sincrónica”, dice Sofía.

De hecho, escribieron un ensayo sobre el tema. “Con el título De A a B, el ensayo intenta, por un lado, desmitificar la indiferencia frente a la autoría de una obra de arte y de la obsoleta distinción entre objeto y sujeto. Por el otro, proponíamos una revisión del paradigma individual en la concepción de la obra. En nuestro caso, siempre ha sido una autoría doble, casi como una bestia bicéfala, entendida como la unidad social básica. Por ello escribimos, pintamos, dibujamos o hacemos clases juntos, usando la obra como una manera de contarnos cosas, de hacernos preguntas mutuas”, explica Pezo.

Hoy están terminando la edición de su tercer libro ensayo, tras la publicación de Spatial Structure y Naive Intention. Este nuevo libro, titulado Window Wall, habla sobre la tensión perceptual entre fondo y figura, explicando a la vez la reciprocidad entre pintura y arquitectura. “Este problema básico del arte que nos ha quitado el sueño por años; el punto que media entre solidez y transparencia, entre interior y exterior, superficie y espacio, ficción y realidad”, explican.

Lee la entrevista completa en ED.cl

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